Camina más de una hora arrastrando un ‘diablito’ y cargando una pesada bolsa donde trae la ropa de segunda mano y los zapatos usados que venderá en el tianguis.
A sus 71 años de edad Antonia Cruz hace un recorrido desde la colonia Moderna hasta la Benito Juárez, son casi 6 kilómetros, porque también se regresa a la casa caminando.
Dice que no le queda de otra, su esposo, de oficio albañil, lo operaron de un ojo, no puede trabajar y en la casa hace falta el dinero.
«Mi esposo era quien llevaba el dinero a la casa, pero ahorita no puede trabajar porque está operado, por eso yo me salgo a vender», platica.
Tomar un Didi ni en sueños, ahí se le iría toda la ganancia y en el caso del Micro la unidad pasa muy lejos de su casa por ello prefiere caminar.
«Un Micro si lo pagaría pero pasa muy lejos de mi casa, no tiene caso, mejor camino».
De por sí, por vender su ropa usada debe pagar 25 pesos por derecho de piso al Ayuntamiento y otros 15 pesos por rentar un tablón.
«Yo no quisiera rentar el tablón pero a la gente no le gusta andar agachada buscando la ropa, por eso lo tengo qué rentar», dice la madre de cuatro hijos.
En su casa también vende cerámica para ganarse unos cuántos pesos y pagar lo que se necesite.
Dios bendiga y prospere el negocio de Antonia, que siga teniendo esa condición física para que pueda seguir apoyando a su esposo.
Fuente: Periódico 5inco
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