Ciudad de México, 16 de abril de 2025 — El cantante Luis R. Conriquez, una de las figuras más representativas del género de los corridos actuales, alzó la voz en medio del debate sobre la prohibición de los llamados “corridos bélicos” en distintos estados del país.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva para Grupo Fórmula, el intérprete expresó su inconformidad respecto a las restricciones impuestas a su música. “Lo que la gente quiere escuchar, ojalá nos dejaran cantarlo”, declaró, al tiempo que envió un mensaje a la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la necesidad de abrir un diálogo sobre el tema.
El también compositor manifestó estar dispuesto a colaborar en proyectos como México Canta, enfocados en la promoción de la música nacional. Sin embargo, subrayó que el cambio en el género debe ser gradual y no forzado. “Lo mejor sería ir evolucionando la música poco a poco, no de golpe como se está haciendo con esta prohibición”, señaló.
Conriquez se refirió también al incidente ocurrido el pasado viernes en la Feria del Caballo 2025, en Texcoco, Estado de México, donde una trifulca estalló entre el público luego de que no se permitiera la interpretación de corridos bélicos. Aclaró que no fue una decisión personal, sino una disposición oficial firmada previamente. “No es que yo me haya echado para atrás”, explicó.
A pesar de las críticas, afirmó que mantendrá su compromiso con sus seguidores: “Donde yo los pueda cantar, yo los canto”.
El cantante advirtió que la censura podría afectar al género de manera significativa, y agregó que ha recibido el respaldo de otros artistas como Alejandro Fernández y Eden Muñoz.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó el tema durante su conferencia matutina de este martes. Aunque aclaró que no es partidaria de las prohibiciones, reconoció que cada estado y municipio ha tomado decisiones propias. “Es mejor la educación, la formación, y que la propia sociedad vaya haciendo a un lado estos contenidos musicales”, comentó.
La polémica en torno a los corridos continúa, mientras artistas, autoridades y sociedad civil debaten sobre los límites entre la libertad artística y la responsabilidad social.