Katy Perry protagoniza un nuevo escándalo, esta vez vinculado a la sostenibilidad y el cumplimiento normativo. La artista resolvió una investigación en España tras pagar una sanción de 6,000 euros por rodar sin autorización en un ecosistema frágil de Ibiza.
Fuentes oficiales confirmaron que la productora del videoclip Lifetimes omitió solicitar el permiso ambiental requerido, violando así las leyes de protección de espacios naturales. Las imágenes se capturaron en s´Espalmador, una reserva de dunas con alto valor ecológico.
Aunque Capitol Records alegó tener una autorización verbal, las autoridades balearas determinaron que no existía documentación válida. El caso refleja la creciente presión legal contra prácticas que comprometen la biodiversidad, incluso en producciones culturales.
La resolución destacó que no hubo impacto irreversible, pero subrayó la importancia de alinear la industria del entretenimiento con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Este episodio marca un precedente en la regulación de rodajes en zonas sensibles.